Son muchas y muy diversas las tradiciones gastronómicas de la zona noroccidental de Asturias que están presentes en este concejo. Desde el popular Sanmartín, cuando el frío arrecia a finales de año en todos los hogares sacrifican al cerdo criado con esmero durante los meses anteriores para elaborar sabrosos embutidos como chorizos; lomo embutido; lengua embutida; botelo; morcillas de sangre o de pan, cebolla y grasa; lacones y jamones.

Hasta otros manjares no menos apreciados como son las empanadas de carne fresca de cerdo, la carne roxa de vacuno, la caza, la fabada, los potes, el lacón con cachelos, los asados de cabrito y cordero, las castañas y el vino local.

Todo ellos acompañado de los dulces postres elaborados con cariño y máxima dedicación: las rabadas (pan mojado en leche, rebozado y frito), las papas de maíz tostado al horno, las papas de arroz, los fillolos, los roscones de bizcocho, la miel, el requesón y la Venera (deliciosa tarta de almendra y huevo que se ha convertido en el postre insigne de los municipios del Navia). Sin duda, todo un deleite para el paladar de sus gentes y como no, de sus visitantes.